Entradas

¡Qué desastrosa era aquella escena!. Casi caigo de espaldas cuando, después de casi una hora, de escuchar y escuchar, los dimes y diretes de la pareja, finalmente me presentaron su tabla de Excel con su “inteligente” y bien planificado presupuesto.
Entre los gritos de los esposos y los razonamientos de los adolescentes logré descifrar el “sudoku” financiero. Entre los dos ganaban más de US$5.300. Nada despreciable para los ejecutivos y su parejita de casi adultos. El gran problema No eran los ingresos, el meollo del asunto se encontraba en los gastos.
Se los resumo de esta forma:
1) El 60% lo destinaban para pagar una deuda de su auto nuevo.
2) Un 30% al préstamo de su casa, la comida y los servicios básicos. Y muy básicos por cierto.
3) Y el 10% se les iba en entretenimiento. Solo piensen un momento: US$530 mensuales en ¡¡comidas en restaurantes!!.
La situación empeoró cuando la madre de Hugo contrajo diabetes tipo 2 y se agravó su Alzheimer. La pareja decidió hacerle frente a los gastos médicos, especialistas, enfermera y demás cuidados sin medir el alcance financiero de tal decisión. Aquí comenzó la trágica historia de las deudas sobre deudas y más deudas para pagar las deudas primeras, las segundas y refundir deudas para pagar las deudas de un lado y las del otro. En Fin…
Perdónenme que use tanto la palabra DEUDA, en el buen periodismo ya me hubiese sacado el artículo de circulación. Se las remarco para que no se les olvide que las deudas son y serán una desgracia en cualquier circunstancia.
Por supuesto, que la hermosa tablita de Excel, con colorcitos y todo, de Ana y Hugo, pasó por mis tijeras. Diseñamos un plan para salir de los préstamos, recortamos muchas cosas, vendimos otras, buscamos más fuentes de ingresos y le aplicamos una “reingeniería” al plan de gastos familiar.

También incluimos los 4 rubros fundamentales que no deben faltar en todo buen plan de gastos:
1) Pago de impuestos: aunque usted sea asalariado es muy probable que tenga que pagar impuestos municipales o de otra índole. Revise muy bien. Este rubro es esencial y el saltárselo puede traer consecuencias muy nefastas para su bolsillo.
2) El segundo pilar son aquellos gastos indispensables para subsistir. Es decir, es todo aquello sin lo cual no puedes habitar sobre el Planeta Tierra. Tal es el caso de la comida, el agua, la luz, el techo, la vestimenta y en muchas ciudades, el transporte.
3) El tercer rubro, que muy pocas personas toman en cuenta, es todo aquello que puedas guardar para tu “yo viejito”. Es decir, darle de comer a tu yo viejito es una tarea que inicia hoy mismo y no esperarse a la madura para hacerlo.
4) Y El cuarto rubro es todo aquello que proteja tu activo más importante: vos mismo. Aquí entran los seguros de salud y vida. Una enfermedad o la muerte de un ser querido puede acabar con los ahorros y el patrimonio de años y años de arduo trabajo.
Si querés aprender sobre cómo armar un plan de gastos inteligente y que sí funcione escribime a monica@misfinanzasencontrol.com que pronto te invitaremos a nuestros divertidos cursos en línea.
También podés descargar nuestras lecciones quincenales: Consejos Prácticos para tu Bolsillo en i Tunes.