Para muchos salirse de las tarjetas de crédito es todo un martirio, especialmente, si usted es de los que mueve millones mensualmente y ni que se diga de quienes tiene tarjetas negras, moradas y todos los diamantes posibles. Porque los ejecutivos de las empresas emisoras harán TODO lo humanamente posible para que usted se mantenga. No le compran el alma porque no pueden.
He de confesarles que mi esposo y yo nos salimos de esta peste hasta hace algunos meses. Y la razón fue porque no teníamos el dinero en efectivo disponible para pagar lo que debíamos en la tarjeta más los gastos ordinarios.
Supuestamente, nosotros no nos endeudábamos con ellas. Es decir, pagamos al contado y nos sentíamos super hábiles con el uso de estas “maravillosas” herramientas. Pero, después de varios análisis nos dimos cuenta de que, efectivamente, Sí te estás endeudando aún cuando pagues al contado.
Básicamente, obtienes un crédito por treinta días. Si por alguna razón, pierdes tu trabajo te tocará no solo pagar esa deuda de 30 días, sino ver cómo le haces para seguir viviendo.
Así que decidimos volar tijereta p`nuestras tarjetas. Y el resultado se resume en dos palabras: orden absoluto. Quiero compartirte una guía para que te salgas de ellas lo antes posible:
1) El primer paso será dejar de usarlas. Córtalas de una vez para que no caigas en la tentación.
2) El segundo paso es hacer cuentas para saber, exactamente cuánto debes y cuánto te tocará pagar.
3) Yo te recomiendo tomar esta decisión en el momento en que vayas a recibir algún dinero extra: por ejemplo, el pago del aguinaldo, un bono, la venta de algún bien, pago de comisiones etc. Esto te permitirá tener liquidez no solo para pagar lo adeudado, sino para hacerle frente a los gastos ordinarios, mientras te acomodas.
4) Haz un plan de gastos y ponele nombre a cada rubro. Por ejemplo: super: 300 mil colones mensuales; gasolina, 40 mil colones mensuales; alquiler, 250 mil colones mensuales, etc. Y una vez que recibís tus ingresos los distribuís de acuerdo con el plan de gastos que previamente diseñaste.
5) Antes de llamar a la operadora de tarjetas debes tener tu plástico en cero.
6) Ya es hora de llamar al banco y armarte de toda paciencia, coraje y firmeza. Recuerda, a ellos No les importa tu vida financiera, lo único que quieren es que estés endeudado.
Por favor, cuando canceles tus tarjetas escríbeme una reseña contándome tu experiencia a mi correo personal: monica@acoyolpartidocoyolcomido.com Y esta misma información la podés ver en mi canal de you tube.