Finalmente me animé, después de varios días insistiéndome, Ricardo de la O, mi amigo de la infancia, me invitó a dar una vuelta en su nuevo Ferrari: un GTC4Lusso. Para los conocedores automóviles saben que ese modelo es perfecto para deleitarse en grandes carreteras a más de 100km por hora.
He de confesarles que no me sentía con la ropa, ni los tacones y menos con la cartera apropiada al montarme a semejante despliegue de lujo y confort. Ricardo, al notar mi incomodidad dijo algunas palabras que cambiaron mi visión sobre el dinero: “amiga si no te sientes cómoda con el lujo nunca vas a tenerlo. Si repeles el dinero, éste tampoco se sentirá cómodo en tu billetera y lo vas a desperdiciar de la misma forma en que lo hacen quienes tienen mentalidad de pobre”, aseveró mi gran amigo y empresario.
Desde pequeño Ricardo solía andar en la mejor bicicleta, la mejor patineta y en la universidad era el único chico de la carrera con automóvil. Lo interesante de su caso es que nada lo obtenido provenía del bolsillo directo de sus papás, pues ellos, al igual que los míos, pertenecían a una familia sencilla de clase media.
De la O quedó impactado con la emoción y el “LooK” de los detectives de la famosa serie de televisión “Miami Vice” y a partir de ahí se propuso trabajar para ser el chico fino del barrio. Vendía su ropa nueva, juguetes, los muebles de su casa y hasta los relojes de su papá, para conseguir dinero.
Hoy es un empresario muy exitoso que pasa sus mejores horas de avión en avión. Tiene una residencia oficial el Manchester y otra para descansar en un rincón de Pekín.
11 Síntomas de un Rico Pobretón
Mentalidad de pobre
Mediando en la conversión con Ricardo y en los patrones conductuales que nos llevaron a mi esposo y a mi a estar hundidos en deudas, noté que efectivamente, teníamos mentalidad de pobre.
Así que me di a la tarea de poner atención a todas aquellas cosas que estarían limitando nuestro crecimiento económico y erradicarlas, primero de nuestra mente y luego de nuestras acciones.
Después de varios años asesorando a cientos de familias en el tema del dinero, vuelvo a encontrar con que esa mentalidad de pobre está profundamente arraigada en los latinoamericanos, no es casualidad de que ninguno de nuestros países sea una potencia económica mundial.
Definir el concepto “mentalidad de pobre” como tal es difícil para mi, pues no soy piscóloga ni especialista en neuro ciencias. Pero aquí van algunos paradigmas mentales que noté en mis pensamientos y en los de muchas familias a quienes hemos ayudado a salir de su esclavitud financiera.
¡Cuidado! con el "Síndrome del Beverly Rico"
1)Creer que los ricos son malos o narcotraficantes.
2)No alegrarse con los logros económicos de los demás. Por ejemplo, si tu cuñado acaba de montar una empresa, te da rabia, en lugar de alegrarte por esa bendición.
3)Creer que la gente que tiene dinero es por un golpe de suerte, menospreciando los años de esfuerzo y trabajo.
4)No atraverte a soñar en visitar ciertos restaurantes u hoteles de lujo porque inmediatamente te saboteas: “No eso ni en sueños. Eso es solo para la gente que tiene dinero”.
5)Pensar que naciste para ser empleado toda la vida. Y no darte la oportunidad de montar tus propios negocios.
6)Querer enriquecerse rápidamente. Los verdaderos millonarios han amasado sus fortunas después de muchos años de esfuerzo, disciplina, trabajo y grandes caídas.
7)Criticar, criticar y criticar a toda persona que luce fina, elegante, con clase.
8)Tener creencias religiosas y parafrasear el siguiente versículo: “Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”, Marcos 10:25. Pero, ese pasaje lo sacan del contexto, porque Jesús viene hablando, versículos anteriores, sobre el problema espiritual que significa confiar en las riquezas. Dijo: «¡cuán difícil es entrar en el reino de Dios a los que “CONFÍAN” (las mayúsculas y el entre comillado es mío) en las riquezas!». Es decir, a los que ponen en primer lugar el dinero.
Después la misma Palabra dice, en la primer carta de San Pablo a Timoteo, lo siguiente: “ Porque los quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición. Porque raíz de todos los males es el AMOR al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.
Una vez más la Palabra se refiere al amor al dinero y a la codicia. Es decir, a ponerlo un lugar de privilegio en el corazón. Eso sí está equivocado.
9)Quieres salir de la situación económica donde estás metido leyendo libros escritos en contextos o realidades económicas muy diferentes a Latinoamérica, pero no estás dispuesto a invertir ni US$70 para recibir una buena capacitación en finanzas personales.
10)Querer salir de los enredos económicos, pero no haces nada por cambiar la realidad.
11)Aún cuando ganas mucho dinero no llegas a fin de mes por pagar lujos para los que tu bolsillo no está preparado. Eso es mentalidad de pobre.
12)Destinas más del 30% de tus ingresos en pagar deudas. Eso es mentalidad de pobre.
13)Crees que la única forma de hacerte de las cosas es endeudándote. Eso achica tu creatividad y limita tu capacidad de generar dinero.
14)Tenés algunos negocios pero andas viendo cómo evades el pago de los impuestos.
15)No sos generoso con tu esposa. Nada limita más el crecimiento económico de un hombre que ser mezquino con su esposa.
16)Desperdiciar el dinero en vicios. Nada más mente pobre que los vicios.
17)Creer que pasar ocupado y ocupado vas a generar más dinero. Lo importante es la capacidad para generar riqueza, no pasar frente a un escritorio de 8 a 5 pm.
18)Creer que tu prosperidad depende de alguien más. El único responsable sos vos.
19)Creer que todo cinco que llegue a tu billetera debes gastártelo.
20)Aferrarse a las cosas viejas (ropa, muebles, zapatos, carteras, etc).
21) Refundir deudas. Cuando haces esto solo alargas el dolor y pierdes más dinero.
22)Ser desordenado y cochino. Revisa muy bien tu zapatera, tus gavetas. Comienza a pensar como rico. Si te fijas, ellos andan impecables, sus carros son impecables, sus oficinas son impecables y puedo asegurarte que sus gavetas también lo son.
El gran secreto para acabar con esos pensamientos limitantes es: reconciliarte con el dinero. Luego, debes plantearte metas financieras. Y el tercer paso es hacer todo lo que esté a tu alcance para salir de las deudas.
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